SOPA DE AJO

El origen de mi cocina es la pasión por la cocina tradicional y si son platos con RAÍCES, de antaño, de nuestros mayores pues mejor que mejor, recetas que si no cuidamos al final perderemos y es una lástima porque son la base de cualquier cocina por muy moderna que sea.
Mi madre nunca tuvo esta receta en su recetario por lo que no la conocí en casa, tuve que hacer un curso en mi primera escuela para enamorarme de él.
No dejemos perder estas joyas de la gastronomía de toda la vida.

INGREDIENTES:
- Dientes de ajo (10 más o menos)
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta (una pizca)
- Pimentón dulce (una cucharadita colmada)
- Huevos, 1 por persona
- Fondo de pollo
- Pan casero ( si puede ser duro mejor)
- Jamón ibérico cortado en virutas

PREPARACIÓN:
- Pelamos y cortamos los ajos en láminas. 
- Ponemos en una cazuela un buen chorro de aceite y doramos los ajos a fuego suave. Retiramos.
- Cortamos el pan en rodajas muy finas y añadimos a la cazuela y doramos a fuego medio. 
- Cuando el pan esté crujiente y dorado añadimos el pimentón, damos unas  vueltas con cuidado de que no se queme y añadimos el fondo de pollo, bajamos el fuego y añadimos la pimienta, los ajos y las virutas de jamón y dejamos a fuego lento 20 minutos.
- Rectificamos de sal y pimienta. 
- Subimos el fuego, separamos las claras de las yemas y batimos las claras ligeramente y las incorporamos a la sopa dejándolas caer en forma de hilo. Movemos y cuando la veamos que va cuajando paramos el fuego y podamos la yema encima.
- Comer caliente y enseguida.