DELICIAS DE ELCHE
Como bien dice su nombre es una delicia de nuestra tierra.
A Elche, mi ciudad se le conoce como el pulmón de Europa y
se le conoce así por poseer dentro de su casco urbano el mayor y más hermoso
palmeral de Europa. Nuestro Palmeral fue declarado Patrimonio de la Humanidad
por la Unesco en el año 2000 y el principal tipo de palmera que se encuentra en
sus huertos es la Phoenix dactylifera y destacando entre sus huertos y por ser de
los más bellos y antiguos el reconocido HUERTO DEL CURA, donde podemos
encontrar la majestuosa PALMERA IMPERIAL , siendo un ejemplar único, que
recibe su nombre en honor a la Emperatriz Sissi que en otoño de 1894 visitó la
ciudad y quedó impresionada por su particularidad al brotar siete hijuelos de
su tronco.
Elche es una ciudad dotada con una gran riqueza cultural y grastronomica que cuenta con una gran variedad de producto de la tierra gracias a sus huertos y a la cercanía
que tiene con sus costas.
No pudiendo ser de otra manera el DÁTIL es uno de nuestros
productos estrella junto con la GRANADA MOLLAR.
El dátil es el fruto de la palmera datilera hembra y Elche
es la capital de Europa en su producción que se pueden clasificar en tres categorías,
tiernos, frescos y secos.
En esta ocasión utilizamos el dátil deshidratado el cual ha
sido introducido en una máquina para extraerle el agua y permitir que este dure
todo el año y su vida comercial se prolongue.
LAS DELICIAS DE ELCHE es un manjar de nuestra gastronomía que
solemos compartir en nuestras mesas con la excusa de cualquier tipo celebración.
Desde luego en nuestra mesa es un indispensable pero para
nuestros clientes también ya que tampoco pueden faltar en nuestro mostrador ni
en las cocinas de algunos de nuestros restaurantes a los que proveemos con
nuestras DELICIAS CASERAS.
INGREDIENTES:
- Aceite
de oliva
- Bacon
en lonchas (ni muy finas, ni muy gruesas)
- Dátiles
(ideal el dátil deshidratado como podría ser las variedades Medjool y
Confitera)
- Almendra
cruda pelada
PREPARACIÓN:
- Si el
dátil no está deshuesado lo primero que hacemos es quitar la semilla haciendo
un corte vertical (a lo largo del dátil) que luego aprovecharemos para
introducir la almendra en su lugar.
- También
existe la opción de freír y sazonar la almendra que potenciará aún más su sabor
y textura.
- Extendemos
a lo largo una loncha de bacon y colocamos el dátil en un extremo y lo
enrollamos. Pinchamos con un palillo atravesando bien para sostenerlo y que no
se desmonte a freírlo.
- Ponemos
abundante aceite en una pequeña sartén honda y calentamos el aceite a una
temperatura media y freímos por ambos lados
al gusto.
- Hay
quien le gusta más hecho (crujiente) o como a mí, en su punto dorado y
caramelizado que aporta el azúcar natural del dátil.
- Escurrimos
en papel absorbente y servimos caliente.
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